Bien entendido el hecho de votar no debería suponer ningún dilema , ni
controversia, sin embargo , que nos ocurre , que nos sucede que
cada vez el sencillo acto de votar con unas papeletitas se nos
convierte en la cabeza como algo digamos no querido o
desagradable.
Son varías cosas y en este análisis de unas elecciones podríamos
ver algún punto de interés.
Hoy el hecho de votar ya no significa nada, en un mundo
donde los partidos políticos se han convertido en meros
aparatos económicos al servicio del poder que puedes
esperar.
No hay o no se vislumbra un movimiento social coherente
que pueda producir una inflexión en el momento en el
que estamos. Sólo el individuo anda solo entre medios
de comunicación que generalmente se ponen de lado
del poder y por tanto la información que nos llega
es dudosa.
El hecho de votar ya no es un acto libre sino que está
condicionado a que no haya un mal peor.
Vemos que la democracia no existe solo en el papel
ya que la gente no experimente una vida donde
el gobierno esté en la base del pueblo sino que
está en las cúpulas que mueven cosas siempre
complicándole la vida a los de abajo.
Las elecciones se han convertido en un juego
ridículo donde podemos justificar cosas pero
en el fondo sabemos que son un truco más
hoy del sistema que controla y condiciona.
Unos pocos deciden por muchos.
No hay mas alejado de una democracia que
unas elecciones hoy ya que está todo por
decirlo así comprado de antemano.
Si quisiéramos salir de esta trampa "democrática"
tendríamos que tender la mano a nuestro vecino,
amigo, familiares, compañeros de trabajo y etc...
Reconstruyendo poco a poco el tejido social
que está totalmente roto y donde nadie
conoce a nadie.
Ese sería el verdadero comienzo de un mundo
democrático pero claro, tiene uno que ser
el actor del juego y empezar.