Cuando los hijos pequeños se quejan de que los padres les riñen continuamente por lo descuidados que son: "recoge la ropa", "deja las cosas en su sitio", "pórtate bien"... La solución (señores jueces) no es quejarse , sino recoger la ropa, dejar las cosas en su sitio y portarse bien.
La credibilidad de los jueces devotos del patrioterismo español, en Catalunya es cero. Los jueces estáis para impartir justicia, no para ser justicieros, no para participar de la represión al nacionalismo catalán. del mismo modo que nadie puede ni debe olvidar la historia reciente y presente en Euskal Herria. ¿Qué prestigio pueden tener las sentencias concurridas por policías patrióticos, o las consecuencias políticas y sociales de informes falsos fabricados por las cloacas del Estado?, ¿Se puede tener confianza en tribunales que dictan sentencias de largos años de cárcel sobre informes policiales fabricados en la trastienda de cualquier legalidad?, ¿Qué se ha instruído en los juzgados sobre el espionaje ilegal a políticos, entidades nacionalistas y diversidad de personas en Cataluña?,
¿En qué se ocupan los fiscales, qué principio de legalidad ampara esas practicas mafiosas de control de los adversarios políticos?, ¿En qué clase de democracia creéis estar instalados esos tribunales que confundís vuestra magistratura que no responde a ninguna de estas preguntas que cualquiera podemos hacernos?, ¿Por qué la delincuencia política desde las instituciones del Estado queda impune en innumerables ocasiones?, ¿No es eso guerra legal?, ¿No hay prevaricación en esas prácticas?, ¿Cómo explicáis vuestras quejas delante de la gente sensata, sino es solamente delante de esa rancia España que sin solución arrastramos?
O acaso, si no desvirtuar las leyes con interpretaciones viciadas, lo que por elevación os resultaría más satisfactorio como resulta parecer a veces, es que vosotros redactarais las leyes a vuestro gusto de acuerdo a la ideología política de vuestros afines, y luego las aplicarais. Quizás así dejaríamos de oír a algunos jueces decir: "Que nos dejen tranquilos". El mundo al revés.