Es una pregunta que se repite, generación tras generación, desde el caso Dreifus, ¿pero qué papel tiene un intelectual?, ¿si existen los intelectuales quieren continuar con ese papel?
Es obvio y evidente, que hay que señalar al menos tres grupos: ¿Qué papel tienen o pueden tener los intelectuales en sistemas democráticos, en sistemas semidemocráticos, en sistemas no-democráticos? Cierto es que dentro de cada grupo, existen una multiplicidad de variables o de tipos del conjunto que hemos señalado. Por lo cual, ya tenemos las variedades existentes de sistemas sociopolíticos, tanto en la concepción teórica, como en la práctica, y, en segundo lugar, hay que tener en cuenta, dónde se producen dicha realidad, si en sistemas ideológicos-culturales-sociológicos-metafísicos, de un tipo o de otro, porque no es lo mismo, en un continente del actual mundo que en otro…
Por otro lado, también existe la historia de esa geografía cultural y política, no es lo mismo, un intelectual en Francia que en España. Dicho de otro modo, en Francia, han tenido dos guerras mundiales y la guerra fría, en España en el siglo veinte una incivil guerra civil, como creo que diría Ansón, y, después también la guerra fría y la postguerra de la incivil guerra civil…
Si nos situamos en nuestra sociedad, no podemos indicar, que los intelectuales no existen, pero percibimos con claridad, que salvo honrosas excepciones, casi todos callan. Ahora, que existen en el territorio nacional, más de setenta universidades, con miles de catedráticos en todas las áreas, más cientos de miles de profesores entre primaria y secundaria. Y, además, cientos de medios de comunicación, cientos de Webs o de Páginas en Internet. Pues la mayoría de intelectuales callan, incluso en sus respectivas especialidades…
¿Por qué y porqué los intelectuales callan y están en silencio en la Piel de Toro o en la Tierra de Conejos? Creo que existen varias razones, una, es que el que se mueve no sale en la foto. Y, ahora, tienen que poner en la foto a sus descendientes. Segundo, porque no desean intervenir en debates, que saben, que no se discute ese tema, sino son relaciones de poder. Tercero, porque saben por la experiencia histórica, que cuándo la realidad se complica, tantos los tirios, como los troyanos van a la caza del intelectual. Cuarto, no saben muy bien, lo que va a suceder en los próximos años y lustros, por lo cual, no quieren salir en la foto, no solo no moverse en la foto, sino según convenga, no salir. Quinto, saben que según territorios o regiones, algunos colores han sido más propensos para subir por el ascensor y otros menos, por tanto, el estar agazapados es la postura más lógica en tiempos de huracanes e incertidumbres, etc.
Por otro lado, la postura del intelectual-escritor-pensador que hablaba de todo, en España Unamuno y Ortega, en Francia, Sartre y Camus… estas figuras de alguna manera se han desdibujado, existen una veintena de ciencias sociales, y, por tanto, especialistas y expertos en todos los saberes, y, un pensador o filósofo o literato no puede ser y servir para todo. No sabe para todo y en todo. Puede tener opiniones y razones con opiniones y opiniones con razones, pero no pueden ser expertos en literatura, filosofía, ensayo, sociología, política, derecho, economía, etc.
Nadie ya puede ser experto en todo… Por lo cual, guste o disguste, el papel del intelectual clásico, que ha existido, digamos desde la Ilustración hasta mediados del veinte, ha quedado relegada, igual que las tiendas de barrio se las han comido los hipermercados, en casi todos los sectores del comercio minoritario.
Por otro lado, los intelectuales, tenían un papel, cuándo los poderes reales y fácticos los necesitaban, para sobretodo convencer a otros, y, que encontrasen razones y argumentos y datos, para ellos percibir y ver, por donde y hacia dónde tenemos que caminar o tenía la sociedad, y, ellos como gestores de la sociedad, tener más luz y más claridad. Eran los faros de alguna manera, para los poderes reales y fácticos, y, aquí entran muchos sectores, pero sobretodo económicos y políticos.
Pero ahora en USA, inventaron el concepto de Think tank, grupo de expertos que los poderes les plantean un tema o una cuestión. Y, entre media docena y una docena de expertos en diversas ramas, les indican y les contestan lo que tienen que indicar. Con lo cual, esos equipos internacionales, son más expertos que el intelectual puro y duro, con sus libros y su sola cabeza y su pluma. Por lo cual, al intelectual solitario como si fuese Jeremías, han desaparecido de la escena cultural y social y política mundial… Y, si no, o al mismo tiempo montan un Congreso o una Conferencia Mundial o Nacional sobre un tema, y, allí dejan que hablen los expertos mundiales ante un tema…
¿Qué queda…? Pues como reflejo, que no llegan a la posición y altura y atalaya del intelectual del pasado, aunque muchos quisieran ocupar ese puesto, ser los nuevos Unamuno y Ortega de hoy, en España, y, tampoco individualmente, pueden ser los grupos de expertos tratando un tema. ¿Qué quedan…?
¡Pues escritores, pensadores, filósofos, algunos científicos sociales, periodistas, literatos, como este escribiente, que hablamos de todo o de casi todo, pero sabiendo que ya no se volverá al tiempo del intelectual de Zola o de Sartre o de Unamuno o de Ortega…! ¡Esos tiempos han pasado, señores intelectuales, igual que ha terminado el tiempo de las tiendas de barrio de alimentación, salvo excepciones…! ¡Lo único que nos queda es ser lo más honestos posibles, y, ofrecer a la población el mayor grado de realidad-verdad de nuestras palabras, el mayor grado de realidad-bien-bondad de nuestras frases…!
http://articulosperiodisticosjmm.blogspot.com.es © jmm caminero (29 oct.-10 nov. 2024 cr).
Fin artículo 4.533º: “¿Quedan intelectuales, les queda algún papel en la vida pública?”.